lunes, 29 de octubre de 2012

EL COMITE NAZIONAL DE SOA DIJO SI A LA VADA CHENERAL. ESTAS SON NUESTRAS RAZONES PARA ACUDIR EL 14N




Razones para una Vada.

Hay dos grandes bloques que empujan en dirección de la vada cheneral. Uno es coyuntural y sobradamente conocido. Al amparo de una nueva crisis mundial, y valiéndose de los frutos de sus esfuerzos en desideologizar al pueblo trabajador, el enemigo muestra sus cartas de manera abierta. La democracia de mercado no duda en ejercer la violencia necesaria sobre las clases populares a fin de perpetuar los privilegios de la verdadera poseedora del poder.

Los partidos, sindicatos y demás aparatos burgueses se afanan en satisfacer cada una de las apetencias de la oligarquía, pasando la cuenta a las trabajadoras. En esa cuenta llevamos ya dos reformas laborales brutales, una modificación a escondidas de su santa constitución española, 70,000 millones de euros para los bancos, dos subidas del IVA, más de 130,000 aragoneses en paro y 5 presupuestos generales de excepción.

Las condiciones de vida del pueblo trabajador aragonés empeoran a cada nuevo ataque. La inestabilidad laboral, la dimensión de la presión sufrida desde la patronal para endurecer la explotación, la arbitrariedad de los despidos o la falta de indemnización en los mismos son solo parte del problema. A él debemos sumarle el resto de políticas liberales con las que el gobierno Rudi-Biel ríe las gracias a Rajoy y a la troika.

Sabemos que es la clase obrera europea en pleno quien está en lucha. Y sabemos que, de momento, lo hace en respuesta a la ofensiva burguesa que sufrimos también aquí. Lo novedoso de esta huelga se fundamenta en que las voces de las trabajadoras de toda Europa se van a hacer oír convergiendo en tiempo y exigencias.

La respuesta contundente y organizada de las movilizaciones debe ir orientada a detener la ofensiva capitalista. La derogación de todas las medidas antisociales y el restablecimiento de lo recortado son pues las urgentes prioridades que el pueblo trabajador aragonés debe conseguir a corto plazo. Pero no es ese el horizonte que vamos a dibujar para la lucha. Y es ahí donde entra en juego el segundo bloque que nos empuja a la confrontación clasista.

Tenemos claro que las crisis, como la que vivimos, son intrínsecas al sistema. El capitalismo grita en su agonía que su tiempo expiró. Definitivamente superado mediante las tecnologías de la producción y la comunicación, demuestra en su caída lo pobre de su esencia. No solo es radicalmente injusto, su eficiencia se haya enterrada desde hace décadas. Ni siquiera es ya capaz de mantener un espejismo de bienestar en su propio feudo.

El hecho diferencial que distingue al pueblo trabajador aragonés es la política de neo-colonización que padece nuestro país. Al ser una colonización modernizada, adopta nuevas herramientas. Entre ellas encontramos la destrucción de la cultura autóctona, o la calculada baja autoestima, fomentada por el poder español. Pero, en terreno tangible, tampoco tienen remilgos. La rentable destrucción del medio materializada en pantanos, centrales energéticas, pistas de esquí o agricultura y ganadería convencionales ni tan siquiera es reconocida.

Todas estas agresiones tienen un claro objetivo: expoliar Aragón y a su pueblo, llevando el dinero resultante a los culpables de esos desmanes, bien cobijados en sus mansiones madrileñas, londinenses o neoyorkinas. Cuando hablamos de colonización, lo hacemos de esto. De robar riquezas naturales, además de fuerza de trabajo, para llenar las arcas de la burguesía, tanto extranjera, como vicaria de ésta.

El ejemplo sangrante lo tenemos en la política hídrica española. Mientras dona generosas porciones del erario público a las grandes constructoras, destierra a las gentes de sus pueblos, las agrede y criminaliza. Las salvajadas, como la ya perpetrada de Chánovas, o el proyecto para Artieda ni siquiera son capaces de reducir las consecuencias de las riadas pasadas.

Nuestra posición es que el pueblo trabajador aragonés solo podrá ver cubiertas todas sus necesidades mediante la emancipación política, económica y nacional. El horizonte que queremos dibujar se revela como un Aragón soberano y socialista, antipatriarcal, respetuoso con el medio, democrático y solidario. Entendemos que solo en ese marco se darán las condiciones que posibiliten la justicia.

Pero no caben los voluntarismos, conocemos el sentir de la calle, pues calle somos. Dibujar ese horizonte es una tarea larga, compleja y plena de golpes. Solo mediante la acumulación de fuerzas en torno a una nueva hegemonía sindical, política y cultural, fundamentada en la independencia y el socialismo, será posible llegar a él. Junto con la reivindicación del marco aragonés de relaciones laborales, esa también debe ser nuestra apuesta para esta vada cheneral. La respuesta al segundo bloque de razones para la vada.

A luita ye l´unico camín

    "Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia.
    Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo
    Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza”

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